Su pasado, III.
(Yui Nakamura es el motivo por
el que Vyv está en Japón en la actualidad. Esta es la historia de cómo se
conocieron: sucedió en Londres, tenían 19 y 21 años respectivamente.)
– Date prisa, la modelo va a
llegar en seguida.
– ¡Mierda! ¡No dejéis las cosas
por el suelo!
– Perdón, perdón, ahora recojo
todo.
– ¿Alguien me puede echar una
mano?
Todo el mundo se movía
rápidamente a su alrededor. Se sentía el nerviosismo en el aire. Iban tarde con
las fotos, las deberían haber entregado hacía dos días, pero el redactor había
contactado tarde con la modelo y ahora todo el mundo estaba trabajando a
marchas forzadas. Vyvian estaba sentado en una de las esquinas del estudio. Se
había arremangado la camisa y se había recogido el pelo en una coleta. Ya tenía
todo preparado, había tenido la precaución de llegar al estudio media hora
antes, sabía que pasaría algo así. Dejó el vaso de papel medio lleno de café
solo y se levantó para ayudar a los técnicos de luces.
– ¿Qué necesitáis que haga?
– ¡Gracias Vyv! – uno de los
técnicos le sonrió apurado–. Mira, enchufa este ahí, cuidado con ese cable– se
giró–. Joder, ¡que alguien haga algo con ese cable de una vez!
Vyv hizo lo que pudo por ayudar,
pero no hacía más que chocarse con todo el mundo, el estudio parecía más
pequeño que otros días.
Alguien avisó desde la puerta de
que llegaba la modelo. Pareció que acababan de anunciar un huracán, todo el
mundo se puso a hacer cuatro cosas a la vez. Vyv se apartó hacia su esquina, se
sentó y se terminó el café tranquilamente.
A los pocos minutos entró el
redactor seguido por una mujer japonesa a la que presentó como Rika, la agente
de la modelo. A continuación entraron el maquillador y el diseñador llevando la
ropa para la sesión. Y por fin la modelo. Vyv se levantó y empezó a preparar la
cámara.
– ¡Vyv! –el redactor le hacía
señas para que se acercase.
Se acercó con la cámara en la
mano. Le presentaron a Rika y a la modelo, Yui.
– Rika pregunta que si podéis
hacer un par de fotos rápidas de prueba.
Vyv asintió.
– Por aquí– dijo suavemente
dirigiéndose a las japonesas. Yui le sonrió.
La chica se puso delante del
ciclorama y se quitó la cazadora. Habló algunas palabras en japonés con su
agente y después se quedó quieta mirando fijamente a Vyv mientras él terminaba
de colocar la cámara en el trípode. Los técnicos ajustaron la posición de los
focos. Por detrás se oían conversaciones nerviosas entre el maquillador, el
redactor y el estilista.
Vyv sonrió a la chica.
– ¿Estás lista?
Ella levantó una mano sonriendo, hizo
una uve con los dedos y asintió. Vyv se colocó detrás del visor y empezó a
hacer pruebas.
Sus ojos eran especiales, miraban
al objetivo como atrapándolo. Cada vez que Vyv pensaba que sería mejor otra
postura ella ya la estaba haciendo, parecía que estaba sintonizada con sus
pensamientos. La luz se reflejaba en sus larguísimas pestañas e imprimía aun
más fuerza a los ojos. De vez en cuando abría ligeramente los labios, le daba
una expresión salvaje que hacía que las manos de Vyv se tensaran al intentar
capturarla con la cámara. No oía nada a su alrededor, solo veía sus ojos y sus
labios hablándole a la cámara en un idioma desconocido para los demás.
Sintió una mano en su hombro.
– Vyv, vamos a maquillarla y
vestirla ya, tómate un descanso.
Asintió incapaz de articular
palabra y se alejó de la cámara. Levantó la vista para mirarla, se había
acercado a hablar con su agente y con el estilista. Ladeó la cabeza sin apartar
la vista de ella, por algún motivo la veía diferente ahora que no estaba el
objetivo en medio. Se fijó en que apoyaba más peso sobre la pierna derecha y
doblaba un poco la rodilla izquierda; con los dedos sujetaba las mangas de su
jersey, cuando se reía se tapaba la boca y soltaba el jersey, mostrando la piel
perfecta de sus brazos; el pelo semi recogido dejaba ver parte del cuello,
suave y perfecto, parecía de porcelana. Sí, era preciosa, femenina y delicada,
pero esa no era la mujer que hablaba con la cámara. Sintió una ligera
decepción.
Mientras preparaban a la modelo
se dedicó a ayudar a los técnicos a dejar las luces perfectas para el resto de
la sesión.
A pesar de la diferencia de edad
sus compañeros le respetaban, sabían que no estaría ahí si no fuese bueno.
Antes de trabajar como fotógrafo principal para la revista solo había
participado en un par de exposiciones, así que a veces tenía que enfrentarse a
comentarios de fotógrafos celosos; salvo por eso, le encantaba su trabajo,
había conocido a mucha gente interesante y hecho buenos amigos.
– ¡Se reanuda la sesión!
El aviso le sacó de sus
pensamientos rápidamente. Se colocó junto a la cámara y el redactor se acercó a
comentar la sesión con él.
– Queremos que las fotos
contrasten con la ropa, que es sobre todo negra; el tema de la revista este mes
es la energía, así que aunque la ropa sea oscura se tiene que reflejar el tema
también en esta sesión.
Vyv asintió meditando cómo haría
las fotos. Levantó la vista y vio a Yui acercándose al ciclorama, ya vestida y
maquillada. Le sonrió:
– Me pongo en tus manos – su voz
era femenina y agradable; tenía un acento terrible.
– ¿Preparada? – preguntó Vyv
mientras se colocaba detrás de la cámara.
Le temblaba el pulso, estaba
ansioso por mirarla de nuevo a través del objetivo, notó cómo se le desbocaba
el corazón mientras acercaba la cara al visor…
… y ahí estaba. Sus ojos se
encontraron en el interior de la cámara y el espacio alrededor de ellos
desapareció, solo oía su respiración extrañamente tranquila y el chasquido del
obturador; las manos de ella manejaban hilos invisibles que tiraban de él hacia
otro mundo, una corriente recorría su cuerpo, sentía cada movimiento y gesto de
ella, su mano tocaba los controles de la cámara y pulsaba el disparador automáticamente.
Levantó la vista y, sin mirarla a ella, desenroscó el trípode de la cámara y lo
dejó tirado en el suelo. Con la cámara entre las manos sentía que tendría el
control de la situación, pero al mirar de nuevo por el visor se dio cuenta de
que se había equivocado: ahora ella podía moverlo a su antojo, como una
marioneta.
El resto de la sesión fue para
Vyv una sucesión de pausas angustiosas sin sentido y de viajes a un mundo extraño
en el que solo estaban él y ella.
Oyó a alguien decir que habían
acabado y felicitarle por su trabajo.
Volvió en sí.
Habían pasado cinco horas, ya era
de noche fuera. En seguida notó que la gente le miraba mucho, ¿qué pasaba? Se
paró un segundo a observar la situación y se dio cuenta: alguien había recogido
el trípode del suelo y dos de los técnicos habían cambiado los focos varias
veces, recordaba habérselo ordenado. Se llevó una mano a la cara avergonzado,
¿qué le había pasado? Tenía que pedirles perdón. Al mover la mano se dio cuenta
de que se había soltado el pelo y se había desabrochado la parte de arriba de
la camisa. Le temblaba el pulso, dejó la cámara dentro de la funda y se puso en
cuclillas con la cabeza hundida entre los hombros respirando lentamente para
recuperar la compostura. ¿Qué coño había pasado?
– Vyv, la modelo se va, tío, ve a
despedirte.
Un compañero se le había acercado
con una botella de agua fría para él y le palmeaba el hombro afablemente.
Se levantó más tranquilo y bebió
un trago de agua.
–…gracias. Oye, creo que…
– Ya hablaremos luego, ve a
despedirte, anda.
Su amigo le cogió la botella de
la mano y le dio un leve empujón en dirección a la puerta. Yui, su agente y el
redactor estaban bebiendo unos refrescos que habían sido dispuestos en una mesa
cerca de la puerta, hablaban animadamente. Vyv fijó los ojos en ella, de nuevo
sentía esa pequeña punzada de decepción en la boca del estómago. Ella se giró y
le miró sonriendo. Dijo algo a su agente y se acercó a él.
– Me gustaría ver alguna de las
fotos antes de irme, ¿podemos verlas juntos? – dijo mientras le daba una
botella de té frío.
–… claro, voy a conectar la
cámara al portátil, espera un segundo– se dio la vuelta y notó la mano de ella
cogiéndole el brazo.
–No, voy contigo– levantó la
cabeza y le sonrió.
Vyv la miró. No sentía nada.
Asintió y fue hacia la esquina en la que estaba preparado el portátil; se
agachó para ponerse a la altura de la mesa, sacó la cámara de la funda y
preparó el cable para conectarla al ordenador.
– Me han dicho que te llamas
Vyvian.
Levantó la cabeza, pero ella se había
acuclillado a su lado; con el brazo izquierdo se abrazaba las piernas, mientras
que el otro lo tenía apoyado en las rodillas y su barbilla descansaba en el puño
suavemente cerrado entorno a la manga del jersey.
– Sí, mi madre era fan de The
Young Ones, por eso tengo nombre de mujer – se rió suavemente y volvió a
concentrarse en el portátil–. ¿Te gusta?
– Sí, suena muy elegante, creo
que te queda muy bien– ladeó la cabeza sin quitarle los ojos de encima–.
¿Siempre eres así cuando sacas fotos? Es como si fueses otra persona.
Vyvian se quedó congelado. Bajó
las manos del teclado y se sentó en el suelo; juntó las manos con los codos
apoyados en las rodillas y giró la cabeza hacia ella.
– Lo siento, he debido parecerte
un loco. Sí, se podría decir que era otra persona, yo nunca soy así– lo notó en
seguida, nada más decir eso la expresión de ella había cambiado–. Lo siento…
– ¿Por qué? – ella se rió–. Los
artistas sois así, es admirable.
Vyv volvió su atención a las
fotos. Eran buenas fotos, aunque algunas habían salido movidas, sabía que era
porque a veces le temblaba el pulso cuando ella le miraba fijamente a través de
la cámara. Le gustaban las fotos, ella hacía comentarios mientras las veía
dándole las gracias o señalando detalles que le gustaban. Pero faltaba algo,
¿dónde estaba ese espacio que solo ellos habían compartido? ¿Dónde estaba
aquella mujer? Si no estaba junto a él y no estaba en las fotos… ¿quién era
ella?
*¿Me estaré volviendo loco?*
– Me tengo que ir – dijo ella
tocándole levemente el brazo –. Muchas gracias, me han encantado las fotos y
espero volver a trabajar contigo.
Vyv la miró y su corazón dio un
vuelco: sí, quería volver a fotografiarla, quería volver a fotografiarla ya.
– Ehm, espero que esto no te
parezca mal– sacó su tarjeta–. Si quieres, me gustaría volver a fotografiarte
alguna vez, avísame cuando pued…
Ella cogió la tarjeta y le cortó
a mitad de frase.
– ¿Si me fotografías… volverá el
otro? ¿Volverá el fotógrafo? – le miró fijamente a los ojos con la tarjeta
entre los dedos.
¿Quería esto decir que ella
también lo había sentido? No tenía sentido preguntarle a qué se refería, porque
lo sabía perfectamente. Asintió, incapaz de hablar.
– Entonces te llamaré pronto.
Se guardó la tarjeta en el bolso,
se despidió con la mano y le sonrió antes de darse la vuelta y dirigirse a la
puerta.
Vyvian no esperó a que saliera,
se dio la vuelta y volvió a mirar las fotos. Alguien se agachó a su lado, era
su compañero.
– Parecías otra persona antes,
nunca te había visto así, ¿qué te ha pasado? ¿Te gusta la chica?
Vyv ni lo pensó antes de contestar.
– No, no me gusta. Quiero decir,
es guapa, claro, y parece muy amable, pero no me interesa.
– ¿Entonces? Es la primera vez
que le das tu tarjeta a alguien, y mira que han pasado bellezas por este
estudio…
Se giró rápidamente para mirarle:
– ¿Lo has visto? – Su amigo se
rió y le dio unas palmadas en la espalda–. No, no es lo que piensas. Ella no me
interesa, pero quiero volver a ver a la chica de las fotos.
– ¿Qué dices, tío? Todos los
artistas estáis como una puta cabra. Bueno, si te la tiras cuéntamelo, ¿eh? –se
levantó riéndose.
Vyv suspiró y empezó a recoger su
equipo.
***
Unos días después, ya entrada la
noche, Vyv seguía pensando en ella. Estaba tumbado boca abajo en el sofá
apoyándose en los codos. Tenía el pelo húmedo de la ducha suelto sobre la
espalda, la camiseta blanca estaba ligeramente mojada.
El salón del estudio era
pequeño, pero él lo tenía bien ordenado; solo se veía desorden encima del sofá
y de la mesita: había esparcido varias fotos de ella que había imprimido la
noche de la sesión nada más llegar a casa. Levantó los pies descalzos y dobló
las rodillas hasta casi tocarse el culo con los talones. Cogió otra foto y la
miró fijamente. Suspiró y dejó caer la cabeza encima del brazo izquierdo. El
derecho lo estiró por encima del apoya brazos de sofá y dejó caer la foto al
suelo.
El móvil empezó a vibrar de
repente. Giró perezosamente la cabeza hacia la mesa y lo miró moverse levemente
con la pantalla iluminada. Eran las tres de la mañana… Alargó la mano
perezosamente y se incorporó un poco: no conocía ese número.
– ¿Sí?
– Es verdad que los artistas no
duermen.
Ese acento terrible era
inconfundible. Se sentó de golpe y se llevó una mano al pecho, el corazón le
latía como un loco; inspiró hondo intentando calmarse.
– ¿O igual estabas dormido? ¿Te
llamo en mal momento?
– No, no, perdona, es solo que no
me esperaba que me llamaras tan pronto. Bueno, no me esperaba que me llamaras
en realidad.
Ella se rió. Su risa por teléfono
sonaba menos alegre de lo que recordaba.
– Te dije que lo haría.
Él sonrió. Sí, lo había dicho. Y
también sabía por qué: ella no quería verle a él, quería ver al fotógrafo de la
sesión. Sintió una punzada de excitación en el estómago.
– ¿Tienes tiempo mañana? Quiero
que me hagas más fotos. ¿Dónde está tu estudio?
– Sí, ven mañana. Te mandaré la
dirección al móvil.
– Bien, hasta mañana entonces.
–… hasta mañana.
Colgó y dejó el teléfono en la
mesa. Se quedó mirándolo, se pasó la mano por el pelo y se recostó en el
respaldo del sofá. Dos segundos después se echó hacia delante como propulsado
por un resorte y cogió el móvil de la mesa. Se quedó mirando la pantalla
durante unos segundos y volvió a dejarlo en la mesa.
Se tumbó en el sofá boca arriba
con los pies colgando por el otro lado y un brazo debajo de la cabeza. Miró el
techo sonriendo.
***
Recuerdo la primera vez que vi tu cara,Te vi sonreír y sonreí.Me quedé anonadado,Cautivado por tu belleza, desde tus pies hasta tus manos,¿Cómo puede alguien ser tan bello?No lo entiendo.Mandada del cielo, un regalo de dios,A veces me pregunto por qué nuestros caminos decidieron encontrarse.Empezamos siendo perfectos extraños,Ahora eres mi mundo entero.El destino me toca la espalda saludándomePero en realidad eres tú.No, nunca dejaré que te vayas.Luego hablaste, nunca había oído una voz tan dulce,Como bajada del cielo.Y por tus palabras supe que eras como yo.Estoy seguro de que éramos amigos en una vida pasada,Vivimos y morimos juntosSabiendo que nos volveríamos a encontrar.Es una bendición tenerte en mi vida,Estaba destinado a estar contigo.Y sé que pronto sabremos a dónde vamos,Solo de pensarlo siento mi corazón crecer¿Estoy alucinando?¿O es que por fin puedo ver?No lo sé, pero mi corazón me dice que eres la única para mí.Por favor, créeme, estoy justo donde quiero estar.Esta rima está escrita desde mi corazón para ti,SinceramenteNo tengo motivo para vivir sin ti (x4)Conviertes el capullo de mi alma en una mariposaY pierdo el control, no puedo apartarme.Brillas como el cielo de verano,Haces que me pregunte por qué.Eres un misterio maravilloso.Un símil, una metáfora, las palabras no son suficientes para describirte,Confía en mí, esto es verdad,Seguramente lo sabíamos, pero buscamos pruebas.Cada momento, cada día,Mi alma se deshace en una sombra gris.Rezo para que oigas lo que digo,Porque me siento como un zapato desparejado.Brindo por todo lo que eres,La tierra salvaje, el nacimiento de un hijo, el sol, la luna y las estrellas.No tengo motivo para vivir sin ti (x4)Así que me pregunto, ¿qué sería yo sin ti?Como hambre sin comida,Una oveja sin su pastor.Así supe que había algo más en la vidaY crecí, viviendo para la luz,Cogí mis respuestas y las combiné con las tuyas.Mi vida se aceleró y se desinfló,Hundido en el fondo, me elevé hacia ti.Conquistaste el miedo,Y siempre que yo lo creaTú eres el motivo por el que estoy aquíNo tengo motivo para vivir sin ti (x4)L-O-V-E-U, yo fui hecho para estar contigo (x5)
Vaya... no sé qué decir porque tengo la sensación de que me repetiré diga lo que diga, jajaja.
ResponderEliminarLo que más curiosidad me ha dado (y me ha gustado) es el momento de la cámara. Que ambos hayan conectado tanto a través de ella y hayan sentido esa cosa extraña y recíproca. Me ha parecido algo muy especial, bonito y excitante. Aunque me ha pasado como a Vyv cuando la ve sin cámara de por medio. Decepciona el que luego no tengan esa conexión en la realidad... T___T
Me pregunto qué pasará más adelante... :3
La historia de estos dos la tengo muy clara y muy caótica a la vez en la cabeza, espero ser capaz de escribirla bien. Ese espacio que comparten dentro de la cámara es el motivo de todo lo que pasará después entre ellos. No quiero decir más para no reventar la historia, pero en el fondo me muero de ganas de contarlo todo ya... En fin, tengo que seguir escribiendo.
EliminarI just lost my man about three months ago though he is back again full of love and passion with the help of great man Dr. IKHIDE. I NORAH PEDRO from Norway, have been into a relationship with Daniel mark since I was 22 years old and I am 28 now. I so much love him but I could not show the love, it was very difficult for me to prove my realness to him because I thought to prove my love to him might make him look down on me and go after other girls. for over six years Daniel has given me all that I ask of him. I always threatened him with break up each time I want to see his level of love for me because I was told if I threaten him, he will propose to me and then will get married to him before I can show my love despite his complains of him not sure of my love I was responding to him with negative words. though I was suspecting he has another girl in his life, I did not border to ask him about that because I was so sure of his love despite my attitude. on the 8th of September a day to my birthday he came and gave me so many lovely gifts like never before claiming to wish me a happy birthday in advance with his words and behavior I expected him to propose to me on my birthday night then I will also tell him of my pregnant for him. I wait for him on my birthday he did not show up not even a call, I tried his number and it was not going through I refuse to go check on him because the anger in me six days later I went to his house and I found nothing not even a sign of my Daniel once live there. I was disappointed, frustrated, confused with so many thoughts on my mind like hanging my self if I did not see him again because I can not my parent about the pregnancy when the man responsible for it had disappeared. our religion's against that, my family will be disappointed in me, I have brought them shame. I look for Daniel everywhere till I could chat with him on social network, he warned me never to disturb him again because he already had found another girl that he wants to live his life with, after a while, he blocked me from all access then I could not tell him of my pregnancy for him. so, I needed help from all corners of life, I decide to check to google my self or read some write up on-site on how to coup with my pain because I could not tell anybody about it not even my friends were aware of my pregnancy. I keep reading to cancel my self till I find how Dr. IKHIDE helps so many persons from different walks of life with their testimonies. then I decide to also contact him with dr.ikhide@gmail.com. Because I do not know much about contacting a spell caster, I was not sure he can bring my Dan back but I decide to give him a try though his requirement was another problem I meet with a friend for help because I could not the items that he needed I have to plead with Dr. IKHIDE to help me get the items because really need my man back to take away my shame. just two days after I send him the requirement Daniel calls me, plead for forgiveness. just yesterday he propose to me and I am so happy. you can also contact him with email: - dr.ikhide@gmail.com or whatsapp :- +2349058825081
ResponderEliminar